Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de julio, 2009

Ayahuasca 2 – Los Chamanes, algunas precisiones

Yoel Guimaraes Perez (chamán principal): 32 años de edad, nacido en Comunidad Nativa (Shipibo Conibo) de Nueva Olaya, provincia de Ucayali, departamento de Loreto. Distante a 20 horas peque-peque de Pucallpa y seis horas en deslizador. A dos horas de Contamana. Practicante desde los 12 años. Se inició por su abuelo Olivero, quien le hacía participar en las ceremonias de ayahuasca que él conducía. Tiene dos hijos, uno de 11 y una niña de 8. Viven actualmente en Pauyán, distrito de Padre Marquez, Provincia de Ucayali, Departamento de Loreto. Conduce ceremonias desde los 22 años, ha atendido básicamente a hermanos Shipibos y mestizos de la zona. Ismael Romero Ochabana , 29 años, nacido en Pauyán, distante a seis horas en peque-peque de Pucallpa. Maestro en vegetales y curación natural. Aprendió de sus ancestros a reconocer los vegetales y cortezas de árboles curativos: Chacruna, Pion blanca, negra, yerba luisa, Peitorro inin, Machinga, Catahua, Ojé, Paico, Shihuahuaco, Ishpingo, Ayahuma,

Ayahuasca

Había escuchado muchas veces sobre ella, siempre por voces de gente, que en realidad nunca la había probado. Que generaba alucinaciones, que transfiguraba el entorno y las sombras de la selva en seres demoníacos, que era peligrosa, que podía incluso llevar a la locura a los irresponsables que la probasen, que no podía ni debía ser utilizada sin el control de una curandero o chamán de experiencia, etc. En parte por resolver de una buena vez todas estos preconceptos y en parte por satisfacer mi propia curiosidad, me aventuré a probarla a la primera oportunidad que se me presentó. Fue el viernes 8 de mayo de 2009 en Pucallpa, departamento amazónico peruano. Lo hizo posible mi buen amigo Cecilio Soria, idealista y cejudo soñador de un futuro promisorio para sus hermanos Shipibo-Conibo. En realidad, en cada viaje que hago a esta bullanguera ciudad, me comunico con él, quien para efectos de cualquier individuo, ya sensualizado por la urbe, como yo, opera como traductor e intermediario eficaz