No clareaba aún. Se recostó hacia un lado de la cama, convaleciente de sus varias dolencias. Se había quedado dormida muy tarde y así se quedó. En realidad la abuelita Juana, había empezado a irse mucho tiempo atrás, tratando con astucia de hacer que todo aquello material asociado a lo que había significado, vaya desapareciendo, con la intención de que los que la habíamos amado siempre, tengamos la menor oportunidad de nostalgias de ella. Su estrategia fue partir de a poquitos, para evitarnos el vértigo de su ausencia plena y repentina, utilizando a la vejez como la excusa perfecta. Primero habían sido su escopeta al hombro y sus plantas de café. Luego desaparecieron el ventilador para el arroz, el pilón y sus productivas chacras. Después fueron ignorados las plantas de coco, los árboles de Tutuma y sus pates derivados. A sus gallinas, patos y chanchos los fue diezmando de a poquitos, y -lo que parecía imposible- dejó en desuso su fogón y con éste, se extinguieron el café negro de a ...
Anécdotas, historias y reflexiones en torno a aquello con algún efecto emocional o intelectual personal y que puede ser de interés o utilidad para todos.