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Nuestros hijos y el uso recreativo de las pantallas

  Hasta hace poco solía pensar o creer, basado en algunas lecturas de divulgadores científicos, que los efectos nocivos del uso recreativo de pantallas (tv, tabletas, IPad o laptops) podían ser mitigados si se mantenían a un nivel inferior a las dos horas diarias. La dificultad frente a este estándar se resumía a quién y cómo hacer control sobre su cumplimiento como regla de la casa. Los niños y niñas no se autorregulan y lo normal es que busquen quebrantar normas a la menor posibilidad. Y en un mundo en el que los adultos estamos “muy ocupados” “ausentes de casa” o simplemente “necesitados de algo de espacio y tiempo de tranquilidad”, las oportunidades abundan y la regla termina siendo vulnerada. El SARS-Cov-2 arrasó con los esfuerzos de restringir el uso recreativo de pantallas. Repentinamente, estaban todos metidos en la casa y en sus cuartos, muchos de ellos con pantallas al alcance de un clic. En lo que respecta a mis niños, noté que algo andaba desajustado luego que tuve que ex
Entradas recientes

Sebastian

Hace poco más de un año mi hijo Sebastián, a pocos meses de cumplir los 4 años me preguntó ¿papá, yo soy malo? Fue en algún momento de la tarde. Ese día, había regresado de su segundo nido, recriminado como ocurría con cierta regularidad por haber empujado o golpeado a algún compañero del salón…o a la maestra. No había diferencia para él, si se trataba de una niña o un niño, de si era más pequeño o más grande, de si era adulto, hombre o mujer. En casa no era muy diferente, incluso desde antes que caminara se podía notar que algo ocurría. Recuerdo un video que le hicieron cuando tenía poco más de un año . Su tía materna se acercó haciéndole mimos, pero recibió castigo de un manotazo que él dio sobre la silla de comer en la que estaba. La tía terminó con los lentes por el suelo, la cara un poco golpeada y comprensiblemente contrariada. Era evidente que su intención no había sido golpearla, pero el efecto había sido el mismo. Ni bien empezó a caminar con firmeza, su cuerpito se

Razón y prejuicio en la sociedad Por Juan Pablo Salhuana Ríos

Introducción Se denomina prejuicio al prejuzgamiento, mayormente negativo, que realizan las personas respecto de otras personas o situaciones. El prejuicio, regularmente, deriva en crítica o rechazo a otros, ya sea por sus creencias, estatus social o incluso por su conducta o lugar de ori gen. Los prejuicios nacen de estereotipos expandidos a nivel mundial y que por lo general carecen de base que los sustente. Aunque no son siempre negativos, por lo general causan actos como la discriminación, exclusión, violencia física o emocional a miembros de un grupo o una persona en particular. En este folleto encontraras información que te ayudará a comprender mejor lo que es el prejuicio y su origen, así poder ser más conscientes de ellos, evitarlos o minimizarlos, haciéndonos más positivos y tolerantes en nuestra vida diaria. Orígenes, Consecuencias y Razones  Las investigaciones indican que el prejuicio es un proceso de categorización natural que cambia de perspectiva a trav

Vargas Llosa

Fue en 1982 la primera vez que tomé conciencia de este formidable peruano. Y no por su producción literaria, sino por el resentimiento y distancia que generó la posición política que varios años antes había adoptado, en los izquierdistas de la época. Uno de ellos fue mi profesor de los últimos años de la primaria, uno muy bueno a decir verdad, al que se le perdona los inevitables excesos atribuibles a sus convicciones. Este profesor de tanto en tanto nos daba consejos sobre la vida, cómo abordarla, sobre las bondades de la buena lectura, sobre las tendencias mundiales de la política, y cómo no, sobre lo que nos esperaba en la secundaria. Cierto día, hizo el siguiente comentario: - Uds deben siempre tratar bien a todas las personas, sobre todo a aquellas que pertenecen al pueblo- y en un giro inesperado, acotó: - no como Vargas Llosa, quien se negó a recibirme para una entrevista, porque no estoy a su nivel -. Y luego abundó en detalles del hecho. El incidente, según lo narrado por el p

Donde se fue el Carnaval de Puerto Maldonado?

Tendría unos 8 años, el recuerdo aún permanece, perdido en la muchedumbre de una de las tantas pandillas que se formaban espontáneamente cada carnaval en Puerto Maldonado. La ciudad, para nosotros, el pueblo para la gente de los caseríos, se convertía cada domingo de febrero, previos al miércoles de ceniza, en tierra tomada por las pandillas. Estas seguían a las comparsas en su danzar a lo largo de las calles de tierra, llenas de cochas empozadas estratégicamente por las lluvias de la temporada. Nadie ni nada más se movilizaba por la ciudad, bajo riesgo de ser victimado por el carnaval. “Carnaval manda y nadie lo demanda” decíamos con impunidad. Los puntos de referencia solían ser los lugares donde algunas familias plantaban la umisha o unsha, “arboles” de Huasaí trabajados especialmente para sostener en la cúspide tejida, todo tipo de presentes que se ofrecían a los danzantes que bailaban la pandilla amazónica, embriagados, y que tenían que derribar el árbol, con el hacha, pero soport

Ayahuasca 2 – Los Chamanes, algunas precisiones

Yoel Guimaraes Perez (chamán principal): 32 años de edad, nacido en Comunidad Nativa (Shipibo Conibo) de Nueva Olaya, provincia de Ucayali, departamento de Loreto. Distante a 20 horas peque-peque de Pucallpa y seis horas en deslizador. A dos horas de Contamana. Practicante desde los 12 años. Se inició por su abuelo Olivero, quien le hacía participar en las ceremonias de ayahuasca que él conducía. Tiene dos hijos, uno de 11 y una niña de 8. Viven actualmente en Pauyán, distrito de Padre Marquez, Provincia de Ucayali, Departamento de Loreto. Conduce ceremonias desde los 22 años, ha atendido básicamente a hermanos Shipibos y mestizos de la zona. Ismael Romero Ochabana , 29 años, nacido en Pauyán, distante a seis horas en peque-peque de Pucallpa. Maestro en vegetales y curación natural. Aprendió de sus ancestros a reconocer los vegetales y cortezas de árboles curativos: Chacruna, Pion blanca, negra, yerba luisa, Peitorro inin, Machinga, Catahua, Ojé, Paico, Shihuahuaco, Ishpingo, Ayahuma,

Ayahuasca

Había escuchado muchas veces sobre ella, siempre por voces de gente, que en realidad nunca la había probado. Que generaba alucinaciones, que transfiguraba el entorno y las sombras de la selva en seres demoníacos, que era peligrosa, que podía incluso llevar a la locura a los irresponsables que la probasen, que no podía ni debía ser utilizada sin el control de una curandero o chamán de experiencia, etc. En parte por resolver de una buena vez todas estos preconceptos y en parte por satisfacer mi propia curiosidad, me aventuré a probarla a la primera oportunidad que se me presentó. Fue el viernes 8 de mayo de 2009 en Pucallpa, departamento amazónico peruano. Lo hizo posible mi buen amigo Cecilio Soria, idealista y cejudo soñador de un futuro promisorio para sus hermanos Shipibo-Conibo. En realidad, en cada viaje que hago a esta bullanguera ciudad, me comunico con él, quien para efectos de cualquier individuo, ya sensualizado por la urbe, como yo, opera como traductor e intermediario eficaz