Introducción
Se denomina prejuicio al prejuzgamiento,
mayormente negativo, que realizan las personas respecto de otras personas o
situaciones. El prejuicio, regularmente, deriva en crítica o rechazo a otros,
ya sea por sus creencias, estatus social o incluso por su conducta o lugar de
origen. Los prejuicios nacen de estereotipos expandidos a nivel mundial y que
por lo general carecen de base que los sustente. Aunque no son siempre
negativos, por lo general causan actos como la discriminación, exclusión,
violencia física o emocional a miembros de un grupo o una persona en particular.
En este folleto encontraras
información que te ayudará a comprender mejor lo que es el prejuicio y su
origen, así poder ser más conscientes de ellos, evitarlos o minimizarlos, haciéndonos
más positivos y tolerantes en nuestra vida diaria.
Orígenes, Consecuencias y Razones
Las investigaciones indican
que el prejuicio es un proceso de categorización natural que cambia de perspectiva
a través del tiempo. Pero ¿Es este acto del todo negativo? Todo indica que el prejuicio es el resultado
de nuestro miedo natural a lo diferente o desconocido, que luego se convierte
en rechazo.
El miedo es un sentimiento que
forma parte de los factores que como especie nos han mantenido vivos al ser lo
que nos mantenía alejado de los posibles peligros. Pero los tiempos cambian y
ahora el miedo que nos mantenía vivos, está significando una barrera para el
conocimiento, entendimiento y aceptación.
Usar la razón, y eliminar esta
barrera, o al menos, suavizada, nos llevaría a una mejor comprensión y
convivencia en el mundo actual lleno de formas y estilos de vida, culturas y
creencias diferentes, pero con la misma necesidad de ser respetadas,
comprendidas y aceptadas.
Ejemplo:
Homosexualidad
La homosexualidad es un buen
ejemplo de cómo la razón va ganando al prejuicio. Años atrás era impensable la
gran aceptación que hoy en día la comunidad homosexual recibe en cada vez más
países.
Pero no nos engañemos, en Perú
todavía existe una mayoría prejuiciosa, en el sentido más negativo, respecto de
la homosexualidad y los homosexuales, a quienes consideran “anormales”. Esto se
traduce en discriminación. Hablamos no de casos leves, si no de situaciones de
violencia, que solemos ignorar al considerar que no tienen que ver con
nosotros. Si esta mayoría comprendiera que esta actitud se basa en un prejuicio,
sustentado en una incomprensión de aquello diferente y conociera lo que señala
la ciencia respecto de que la homosexualidad es un hecho de la naturaleza,
quizás lograríamos aceptación y respeto a esta comunidad.
Reflexionando
¿Somos todos culpables de nuestros propios prejuicios?
Independientemente de la necesidad
o deseo humano por reafirmar sus diferencias frente a otros, existen personas
que, probablemente, no identifican tal situación como prejuicio al ser ajenos a
este concepto. Incluso al punto que la actitud basada en prejuicio podría ser
considerada un hecho inocente, ya que estos comportamientos crecieron con ellos
a través de influencia de la familia o el entorno social.
La buena noticia es que con un
poco de razonamiento y autocrítica cada persona puede identificar sus prejuicios.
Eso sí, antes tendríamos que aceptar que determinada conducta u opinión está
basado en prejuicios, cuestionando la normalidad de nuestra conducta o posición
pese a estar acostumbrados a ellas a tal punto que fluyen de manera
inconsciente. La capacidad de auto cuestionamiento que determinada posición o
actitud se origina en un prejuicio, puede ser muy provechosa para la sociedad
en su conjunto puesto que sería un gran primer paso para avanzar hacia una
mejor y mucho más objetiva visión del mundo, de las personas y de nuestras
diferencias.
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